El polvo atomizado se usa en distintos procedimientos. Una de las principales aplicaciones es para la recuperación de piezas y componentes metálicos que fueron degradados por el uso, como por ejemplo, ejes, válvulas y autopartes. Este proceso se realiza mediante la metalización de las piezas en la que se regenera su superficie y puede funcionar para mejorar sus propiedades, como ampliar su resistencia a la corrosión.
También se utiliza como acabado protector de distintas superficies como revestimiento protector. Para estas aplicaciones, el polvo de aluminio se mezcla con resinas de poliéster. Otro de los usos es para materiales cerámicos, pinturas, tintas y abrasivos. Por sus cualidades inflamables, es uno de los componentes de los cohetes y los fuegos pirotécnicos.